sábado, 2 de febrero de 2013


  Hoy me encuentro ante la deuda más hermosa, que es hacerte una canción, 
que es la dueña de la acción más jubilosa, que es robarte la atención
Para decirte que es tu abrazo el que me hace sentir viva
y tu sonrisa es aquel dispositivo que ejecuta mi entusiasmo
Tendrías que irte enterando que no hay goce semejante que 
tu corazón gigante se acueste en el cuarto de al lado. 
Que risueña, triste o chinchuda, tenerte cerca me ayuda. 
Porque pa’ mí ha de ser perfecto, que seas la hija de mis viejos.